La Terapia Floral encuentra su origen en las Flores de Bach, un sistema compuesto por 38 flores silvestres descubiertas por el Dr. Edward Bach en 1936. Esta metodología floral, que busca brindar apoyo a estados emocionales y mentales desequilibrados, encapsula una sabiduría ancestral que se ha transmitido a lo largo de generaciones. Cada gota de estos elixires naturales encierra la esencia misma de la naturaleza.

 

Además de las Flores de Bach, mi enfoque terapéutico se enriquece con los sistemas florales Azteca y California. El sistema floral Azteca es una joya del conocimiento indígena, anclado en la antigua sabiduría de la cultura Azteca. Por su parte, el sistema floral California incorpora la energía de las flores de esta región y se basa en la esencia de las plantas nativas. Ambos sistemas representan una amalgama de la conexión con la naturaleza y la medicina ancestral, contribuyendo a un abordaje holístico.

 

La Terapia Floral, al igual que otras formas de medicina natural, se centra en el individuo y su bienestar integral, no en la enfermedad ni sus síntomas. Su enfoque se dirige específicamente a la condición emocional de la persona.

Más allá de suprimir actitudes negativas, tomar estas flores conlleva una transformación hacia lo positivo. Este proceso estimula el potencial inherente de cada individuo para la autorregulación y la auto-sanación, empoderando al cuerpo para enfrentar la enfermedad y el estrés de manera más completa.

 

Este beneficio no se limita a quienes atraviesan una enfermedad física. En momentos de dificultad y fatiga, cuando la negatividad parece dominar, estas flores se convierten en un recurso invaluable para restablecer el equilibrio antes de que los síntomas físicos se manifiesten.

 

El Dr. Bach consideraba que la enfermedad es una guía en nuestro camino de aprendizaje y crecimiento. Esa enseñanza se manifiesta al reconocer y seleccionar los remedios florales, lo que a menudo nos lleva a reflexionar sobre nuestras emociones como nunca antes.

 

Al abordar el sistema original, no nos enfocamos en el síntoma, sino que indagamos en la raíz emocional. Combinando hasta 6 o 7 remedios en selecciones personalizadas, podemos crear más de 200 millones de mezclas, diseñadas para satisfacer las necesidades únicas de cada consultante. Como el Dr. Bach sostenía, trabajamos con la persona, no con la enfermedad.

 

Una consulta de Terapia Floral lleva aproximadamente una hora y es crucial repetirla cada 3 semanas, la duración de la eficacia del remedio y el período en el que los cambios emocionales comienzan a manifestarse.

 

Para aprovechar al máximo este proceso, te sugiero acompañarlo con apoyo emocional. Esto te permitirá experimentar mejoras sostenibles y un profundo entendimiento de tus emociones.

 

Si sientes una resonancia con esta técnica de acompañamiento, te invito a contactarme para agendar una sesión, ya sea de manera presencial o en línea.